Enrique Jorquera - Producción Orgánica, Limache

Enrique Jorquera - Producción Orgánica, Limache
El tomate de Limache. ¿Saben de cuál hablamos? Uno bien grande, como con forma de calabaza, de esos que te puedes comer a mordiscos, porque son deliciosos. Bueno, esos tomates los produce nuestro querido Enrique Jorquera.

Enrique Jorquera está con nosotros desde los inicio de este proyecto y la verdad es que es una suerte contar con él porque es uno de los agricultores que participó de la recuperación del tomate limachino que estuvo casi 45 años fuera del mercado.

Tiene 74 años, y empezó a cultivar tomates, “los de verdad” como le dice él, a los 5 años cuando salía con su papá y sus otros 8 hermanos a ver la siembra que se ponía cerca de la casa. Don Enrique es un hombre de tradición, sus padres lo involucraron desde chico en el campo y él hizo lo mismo con los suyos, y aunque hoy en día son todos profesionales, siguen estando ligados al campo de alguna manera.

Una des sus hijas estudió gastronomía, y en época de cosecha va todos los días a cocinarle a los temporeros “igual como lo hacíamos con mi papá, comemos todos juntos”, cuenta. Su otra hija está estudiando leyes, y cada vez que puede va y le ayuda con los empaques. Los hombres son paisajista, agrónomo e ingeniero y fueron los que lo empujaron a retomar el cultivo del tomate antiguo y también lo ayudaron con la venta y distribución.

Y nos falta la reina de la casa, doña Rosa, 4 años mayor que él y con quien lleva 54 de casado. “Si pue, es que cuando uno se enamora no anda mirando la edad, además, que ella se ve mucho más joven que yo”, dice con amor. Doña Rosa fabrica productos derivados de la cosecha: mermeladas, salsas, sales con albahaca y otros aliños. Y en época de cosecha, cuando el movimiento es más fuerte, es la que ordena y organiza los comedores.

En resumen, toda la familia involucrada, y no solo la directa, también sobrinos y nietos. En su casa siempre hay alguien que llega a ayudar o visitar. “Esta casa es de todos, acá puede llegar toda la familia. Mis padres eran iguales, entonces a uno le queda la herencia de la amabilidad y de abrir el corazón al visitante” ❤.